Creando tempestades, no muy tarde, me irás a encontrar en mi viaje al infinito, cazando libertades y disfrazada de ansiedad.
¿Es que no notas que mi mirada te susurra un par de secretos en espiral? Cíñete a mi latido y, en cada respiro, te invito a suspirar.
Y deja que te hable de tantas cosas y de otras tantas más, mientras desnudo el anzuelo que te provoca y apresa sin siquiera parpadear.
Y dibujar tus senderos, con mis dedos, hasta llevarte a encallar, porque me asusta la idea de verte, mi costa, dejar.
Rompes cielo y maravillas al estallar tu volcán que suscita mi insaciable aurora, implacable y extasiada que se abraza a tu mar.
Janssiel